Corazones En La Torment@
No es por casualidad que Flecha y Ginebr@ se conocen en el chat Corazones en la Torment@. Una autentica historia de amor nacida a caballo entre 1997 y 1998, entre páginas web, en una Italia que se asomaba intrigada y escéptica a la nueva realidad virtual.
Corazones en la Torment@ muestra una sociedad que necesita comunicarse y encontrar la autenticidad en las relaciones humanas. Una cita entre las ventanas interactivas se vuelve una vía de fuga, un refugio de la capacidad de aguante en el ámbito profesional, familiar y emotivo, pero sobre todo es el lugar donde se desvanece la soledad, donde se acortan las distancias, donde no existen identidades sino sólo ganas de acercarse, amar, bromear, decir, contar...

 

He decidido destinar las ganancias que me corresponden, como consecuencia de los derechos de autor, a la Asociación Italiana de Esclerosis Múltiple con el deseo de homenajear a los voluntarios, las estructuras, el soporte y a todos los que se animan de buena fe y con gran humanidad a hacer sentir menos solos a aquellos que sufren penas indescriptibles por culpa de una enfermedad silenciosa que debilita, desgasta y apaga, inexorablemente… la vida.
También quería agradecer a Laura y la LCE por su deseo de dar una nueva luz a este libro mío preliminar y permitirle lanzarse más allá de las fronteras.
Se me debe conceder dirigir un recuerdo afectuoso, de manera particular, a una amiga que nunca me perdonó el haberla perdido de vista durante un instante y se marchó para siempre de mi lado.
Echo de menos la voz de Nicoletta, pero vivo con la certeza de que su último vuelo sirvió para dar sentido al firmamento que ahora tiene, en su nocturna oscuridad, la luminosa presencia de una estrella inmensa, que por la noche desciende hasta mi corazón para hacerme compañía e iluminarlo con toda su inmensidad.
Y para concluir una dedicatoria de amor y buena esperanza la dedico a mi hija Rosy, con el deseo de que pueda hacer suyo el precioso don de la escritura y el hablar con el corazón siempre desde el principio.
A ella y a mi estrella les dedico… toda mi vida.